El papel de los FHN en el estado de alarma (basado en hechos reales)

La crisis sanitaria generada por el CORONAVIRUS, ha puesto de relieve la necesidad de contar con empleados públicos con alto grado de profesionalidad, y capacitación. Necesarios en todos los ámbitos pero, sin duda, en uno de los más importantes (sin entrar en la dimensión social y sanitaria), en el local, ámbito en el que por el principio de proximidad se revela como fundamental para toda la ciudadanía. Me refiero a los funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional, a los FHN: Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local 

En la trinchera del mundo local sus funciones, necesarias y reservadas, aparecen concretadas de un modo general en el artículo 92 bis LRBRL como las siguientes:

  1. La de Secretaría, comprensiva de la fe pública y el asesoramiento legal preceptivo.
  2. El control y la fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria, y la contabilidad, tesorería y recaudación.

Pero decir que éstas son las funciones de los FHN sería una gran simplificación, pues si ya habitualmente (sin necesidad de un estado de alarma) a las mismas se suman todo tipo de tareas, directa o indirectamente relacionadas con el ejercicio de su función, la crisis sanitaria producida por el COVID-19 primero y la declaración del estado de alarma, después, han demostrado, una vez más, que se trata de un cuerpo de funcionarios del más alto nivel, que han estado y están en primera línea de fuego, en las trincheras resolviendo, con gran profesionalidad, el día a día, porque no han parado, al contrario, las horas del día laboral se han multiplicado y no distinguen ni el día de la semana ni la hora del día. 

Por éso, me parece fundamental analizar y reconocer los distintos roles que le ha tocado asumir a los FHN durante este estado de alarma, demostrando su versatilidad, y que si bien son muy variados (y seguro que admiten ampliación), se pueden sistematizar en los siguientes:

1.- Gestores de crisis

Sin duda alguna, la situación generada por el Coronavirus encaja a la perfección en la definición de una crisis, como aquélla en la que una organización enfrenta un acontecimiento de importancia que podría generar daño a la organización, sus stakeholders, o al público en general. Ese “cisne negro” del que tanto se ha hablado.  Según Seeger, M. W.; Sellnow, T. L.; Ulmer, R. R. (1998) son tres los elementos comunes a una crisis: (a) una amenaza a la organización, (b) el elemento de sorpresa, y (c) un corto tiempo de decisión. Sin duda, una gran crisis.

Y toda crisis debe ser gestionada, y a ser posible, gestionada con rigurosidad y profesionalidad. Una simple mirada a cualquier ayuntamiento permite ver cómo, fuera del ámbito político al que corresponde la dirección y la decisión, el peso del manejo de la situación ha recaído en los FHN (en quién sino), a los que les ha tocado intentar evaluar lo que está sucediendo, prepararse para la evolución de las circunstancias, contener  (al menos intentar) los efectos y ofrecer soluciones en cada situación para miminizar los daños e impactos negativos. Es decir, FHN reconvertido en gestor de crisis de toda la vida. 

2.- Expertos en “tele”

No me refiero a expertos en televisión, sino a la acepción de tele que significa «a distancia«, «desde lejos«, «de modo remoto«. ¿Podemos hacer teletrabajo? ¿Quién puede teletrabajar? ¿Cómo se teletrabaja? La cruda realidad impuesta por un confinamiento legal y una recomendación sanitaria de aislamiento en todos los ámbitos, incluido el profesional, ha hecho que entrase de forma abrupta, en muchos casos, un sistema de trabajo que debería estar ya implantado con normalidad, el teletrabajo, y han sido los FHN, en ausencia de servicios de Administración electrónica, en muchos casos, los que han tenido que resolver las dudas (no sólo las legales) sobre el nuevo sistema.


A éste tele se ha unido otro, el de los plenos telemáticos. Con la modificación de la LRBRL por el Real Decreto-Ley 11/2020 se han permitido las sesiones telemáticas de los órganos colegiados de gobierno (no sólo del Pleno), y toca al FHN de turno (a quién sino) comprobar la disponibilidad de un sistema para tele reunirse , y lo que es mejor, de un sistema que lo permita en las condiciones que establece, acreditando, entre otros extremos, que  sus miembros participantes se encuentren en territorio español...Podríamos poner muchos más ejemplos, muchos de ellos derivados del incumplimiento demostrado del obligado funcionamiento electrónico de las AAPP,  otros fruto de las ocurrencias del momento, ¿a quién le suena el tema de solicitudes de ciudadanos con contraseñas robustas?

3.- Estudiantes de Derecho

Acabada la carrera, aprobada la oposición, algunos con Máster, otros con Doctorado…., da igual, la pandemia no distingue, a todos nos ha tocado estudiar día y noche. Con un BOE polifacético, sorpresivo, nocturno, a veces tardío, a veces madrugador. Hemos tenido de todo, borradores de Reales Decretos y Reales-Decretos Leyes, y después sus versiones oficiales, Órdenes Ministeriales de temática variada. Pero no sólo normas, también informes varios y variados de la Abogacía del Estado, Informes de la Junta Consultiva de Contratación, de las instituciones autonómicas, de la OIRESCOM, documentos apócrifos y sin datación, webinars, foros, blogs, hilos de twitter y tantos otros recursos que es imposible su total enumeración (entre ellos el recurso a los propios compañeros, benditos compañeros). 

A todos ellos hemos de prestar atención, leer, analizar, interpretar (al menos intentarlo) y concluir su aplicación en el ámbito de la gestión, en la práctica, no en artículos doctrinales, sino en el expediente x que tiene que resolverse hoy porque, a lo mejor, se trata de un tema de extrema gravedad (o no), dando respuesta casi sobre la línea de salida, con efectos medibles en tiempo real, dedicando un tiempo que no tenemos a intentar encontrar la mejor solución a los problemas atendiendo al contexto actual y al interés general. 

4.- Oráculos de Delfos

No sabemos qué hacer: pregúntale al habilitado, al Secretario, al Interventor o al Secretario-Interventor, da igual sobre qué. Cuestiones jurídicas, filojurídicas, o simplemente mundanas, muy mundanas, la proximidad del mundo local hace que se toquen todos los palos, pensemos en el milhabitantismo que caracteriza la planta local y que las entidades locales orbitan en el mundo PYMEL en su mayoría, no son Madrid o Barcelona, y los ciudadanos preocupados ante este escenario recurren siempre a la administración más cercana, la local.

Sólo si recopilásemos en un “Diario de un FHN en el estado de alarma” en una obra colectiva, podríamos hacernos una idea del variopinto anecdotario de las consultas, situaciones y propuestas a las que nos enfrentamos durante el estado de alarma y ante una crisis sanitaria (sin tener conocimientos sobre este tema). Dudas de la ciudadanía sobre materias de todo tipo, de las empresas sobre cómo actuar, de los autónomos, de los servicios sociales municipales (imprescindibles y grandes meritorios siempre, pero más en estos tiempos), del Concejal, del compañero. La consigna: pregunta al habilitado.

5.-FHN

Porque, no lo olvidemos, los funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional tienen funciones reservadas propias (de Secretaría, de Intervención y de Tesorería) que, por mucho estado de alarma y excepcionalidad, no habrán podido dejar de ejercer, muchas de ellas en primera línea de fuego para facilitar el funcionamiento básico de los servicios. Un par de ejemplos, en materia de contratos, con asesoramiento legal preceptivo y la consiguiente fiscalización, el endemoniado artículo 34 del Real Decreto-Ley 8/2010, le ha sacado el sueño a muchos compañeros buscando el equilibrio para intentar contribuir al mantenimiento del empleo, para dilucidar si procede la suspensión, si total, si parcial, etc,. Otro ejemplo, la articulación de los procedimientos administrativos, con una compleja suspensión, reanudación, excepcionalidad vía Real Decreto 463/2020 que ha multiplicado hasta el infinito y más allá las dudas y preguntas. Por no hablar de la dimensión económico-financiera, el alcance presupuestario de las medidas sociales y la gestión del superávit ( y lo que quedará).

 

En el III Informe Red Localis dedicaba mi colaboración “Nuevos roles para los funcionarios de administración local con habilitación en el siglo XXI: liderazgo y dirección pública”, porque creo (y siempre he creído) que los FHN son la pieza clave del futuro del mundo local y de su transformación para responder, desde el liderazgo que les corresponde asumir, a los retos de la sociedad y de un servicio público de calidad. En su momento lo afirmaba desde la perspectiva de transformación digital, nuevas tecnologías y nuevos modelos de administración orientados a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Ya me había ocupado del tema en «Los 5 roles de los FHN ante la innovación y la transparencia: de Superman a Gary Cooper». En el contexto actual cobra todavía más sentido dicha afirmación.

Porque si el liderazgo de los FHN es clave en una situación ordinaria, durante el estado de alarma, con el vértigo del día a día, normativo, fáctico y doctrinal, todavía lo es más. Y aunque no es necesario porque la fuerte vocación de servicio público y el elevado compromiso de los FHN se demuestra cada día, aportando no sólo su conocimiento sino su dedicación máxima para contribuir a que los servicios básicos sigan funcionando, a resolver problemas de gestión (micro y macro) que se presentan como irresolubles, quiero aprovechar esta entrada para agradecer la extraordinaria labor de miles de compañeros FHN del mundo local, sin dejar de hacerlo a también a todos los empleados públicos en general y a los del mundo local en particular.

GRACIAS A TODOS los Funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional,  porque la labor silente de miles de compañeros a lo largo y ancho del territorio está contribuyendo de un modo significativo a que continúen funcionando el estado del bienestar, los servicios básicos municipales,y porque, cuando todo esto termine, ahí seguirán contribuyendo recomponer el difícil escenario que toca, arrimando el hombro porque NO toca parar, y los FHN, como siempre, siguen, ahora más que nunca, en la primera línea de fuego.

Por todo ello y por mucho más GRACIAS FHN (mi aplauso virtual para tod@s).