Planes Antifraude: la necesaria Formación, Concienciación y Sensibilización

La aprobación de la Orden HFP/1030/2021, de 29 de septiembre, por la que se configura el sistema de gestión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha concretado las obligaciones de gestión antifraude en el ámbito del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), introduciendo un elemento novedoso: los Planes de medidas antifraude (más información aquí), con especial impacto en relación con los conflictos de intereses (en este enlace algunas claves sobre cómo gestionarlos). 

El despliegue del PRTR y las distintas iniciativas que se financien con cargo al mismo exige adecuar los procedimientos de gestión y de control a este nuevo marco normativo y para ello resulta imprescindible abordar medidas de formación, concienciación y sensibilización sobre las políticas de prevención, detección y corrección del fraude, la corrupción y los conflictos de intereses adoptadas en aplicación de lo establecido en el art. 6 de la OM.

Acciones de formación que están destinadas al conjunto de la organización, incluidos los “policy makers”, a los decisores políticos, por sus responsabilidades en los procesos de decisión, y, por supuestos, también a los miembros de la alta dirección, en atención a su posición en la organización, como piezas clave para la implementación de las medidas del Plan Antifraude, sin olvidarnos del conjunto de gestores, personas que participan en la tramitación y, en su caso, comunicación externa también a los posibles perceptores de fondos públicos.

  • Obligaciones derivadas de la OM HFP/10303/20121

Del examen del Anexo III.C. Orientación sobre medidas de prevención, detección y corrección del fraude, corrupción y conflicto de intereses y la realización del Cuestionario básico de evaluación del riesgo contemplado en el Anexo II.B.5 de la misma, podemos obtener ya una imagen clara de cómo con la este tipo de acciones de formación se da  cumplimiento a diferentes aspectos relativos a la fase de prevención del fraude recogidos de un modo explícito en la OM, de un modo nominativo:

  • Desarrollo de una cultura ética, basada en algunos aspectos como pueden ser: 
    • El fomento de valores como la integridad, objetividad, rendición de cuentas y honradez.
  • Formación y concienciación: 
    • Las acciones formativas, que deben dirigirse a todos los niveles jerárquicos, incluirían reuniones, seminarios, grupos de trabajo, etc. que fomenten la adquisición y transferencia de conocimientos. Se centran en la identificación y evaluación de riesgos, establecimiento de controles específicos, actuación en caso de detección de fraude, casos prácticos de referencia, etc.
  • Implicación de las autoridades de la organización:
    • Desarrollar un planteamiento proactivo, estructurado, específico y eficaz en la toma de decisiones para gestionar riesgo de fraude.
  • Comunicación e información al personal de la entidad sobre las distintas modalidades de conflicto de interés existentes  y de las formas de evitarlo.
  • La necesidad de llevar a cabo una evaluación de riesgos, a cuyos efectos será necesari contar con los conocimientos y capacidades necesarias para 
    • Identificación de medidas que son más susceptibles del fraude, como pueden ser aquellas con alta intensidad, alto presupuesto, muchos requisitos a justificar por el solicitante, controles complejos, etc.
    • Identificación de posibles conflictos de intereses.

Es decir, la normativa de aplicación, la OM HFP/10303/2021, exige realizar formación al conjunto de la organización, incluyendo a todos los niveles jerárquicos y contando con la implicación de las autoridades de la organización, atendiendo a los diferentes roles que se pueden encontrar en la gestión pública: político, directivo y de gestión. Por ello, resulta necesario delimitar el papel de cada uno de ellos en el marco del PMA, y segmentar la capacitación y formación en atención a los distintos roles y responsabilidades que desempeñan unos y otros.

  • Plan de Capacitación y Formación de Medidas Antifraude

Como ejemplo de una visión de conjunto y transversal, podemos destacar el Plan de Capacitación y Formación de Medidas Antifraude para el ámbito local aprobado por la Federación Canaria de Municipios (FECAM), que en su calidad de asociación representativa de los intereses comunes de los municipios que la integran, y para el cumplimiento de sus fines constitutivos, ha decidido liderar las acciones de formación en este nuevo escenarioy ofrece formación especializada en apoyo a los responsables de los municipios canarios en el proceso de desarrollo del sistema de integridad y su implementación en el marco del Plan de Medidas Antifraude de la OM. 

Formación que segmento en dos grupos, por una parte, cargos electos municipales y directivos, o profesionales con funciones directivas, y por otra, el conjunto del personal municipal. Cada uno de ellos tiene asignados diferentes roles y responsabilidades en el desempeño de sus funciones, con competencias de decisión, asesoramiento y procedimentales, pero también roles decisiones, que requieren de un enfoque diferente, pues tal y como señala la OM es necesaria la implicación de las autoridades de la organización, pero también que la formación se realice en todos los niveles jerárquicos.

Este Plan de Capacitación y Formación de medidas Antifraude de la FECAM se estructura en torno a  cuatro acciones formativas, una de carácter general y  tres más, tras haber procedido a evaluar el impacto de los diferentes elementos que lo componen para identificar tres áreas temáticas que presentan especiales dificultades para el ámbito de la gestión pública local, a efectos de facilitar una formación más detallada y concreta, analizando instrumentos y herramientas al servicio de los mismos. tal y como se desglosan a continuación: 

I.- Los Planes Antifraude en el ámbito local: contenido, especialidades, obligaciones y responsabilidades 

II.- Prevención y gestión de los conflictos de intereses en la ejecución de los Fondos Europeos: la especialidad de las entidades locales

III.- Gestión de riesgos en la actividad local: elaboración del mapa de riesgos, seguimiento y revisión

IV.- Los canales de denuncias en el ámbito local: claves para su diseño y funcionamiento

Una iniciativa que facilita así al conjunto de municipios canarios el cumplimiento de las obligaciones establecidas en la OM, pero sobre todo, la introducción de ese cambio cultural, tal y como podéis ver aquí.

Una última reflexión

La aparición de fraude o sospechas de irregularidades pueden conducir a la suspensión del procedimiento. No es un tema menor. La formación, concienciación y sensibilización de las personas que participan en la gestión del PRTR puede facilitar las labores de prevención, la identificación de los posibles conflictos de intereses, la detección de indicadores de alerta, en definitiva, puede orientar la gestión hacia la integridad, evitando así el riesgo de fraude, en primera instancia, y la suspensión del procedimiento y reintegro de los fondos, en última instancia. Porque aunque los fondos europeos y la OM constituyen el incentivo, la verdadera oportunidad es la de implantar una cultura basada en la ética, en la integridad, y para ello, las personas son, como siempre, el vértice de todas las medidas. Es mucho más que un cambio legal, nos encontramos ante un auténtico cambio cultural. Al menos así debería ser.