Qué habría pasado si el confinamiento hubiera sucedido en un mundo analógico? Nadie puede dudar que la situación vivida durante el Covid-19 en un mundo analógico habría sido muy diferente, pues la clave digital es la que ha permitido, en gran medida, cierta continuidad en el funcionamiento de los servicios, pero incluso es posible afirmar que la pandemia ha sido un gran acelerador de la transformación digital de todos los sectores. De ahí que el Fondo de Reconstrucción y Resiliencia incluido en la propuesta de la Comisión Europea Next Generation EU, considere como una prioridad la financiación de inversiones relacionadas con la transformación digital con el objetivo de impulsar una fuerte recuperación económica a partir del segundo semestre 2020.
En dicho contexto, el Gobierno acaba de presentar la estrategia España Digital 2025, que se define como una agenda actualizada que impulse la Transformación Digital de España como una de las palancas fundamentales para relanzar el crecimiento económico, la reducción de la desigualdad, el aumento de la productividad, y el aprovechamiento de todas las oportunidades que brindan estas nuevas tecnologías. Y como no podía ser de otra manera, en ésta se contempla un apartado específico relativo al Sector Público, pues como decía hace poco la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, no se puede digitalizar España sin modernizar las Administraciones Públicas.
De una rápida lectura del documento se observa que, a pesar de que los índices europeos sitúan a España entre los países más avanzados en el desarrollo de la Administración electrónica en Europa, ocupando el segundo lugar en el índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) 2020 de la Comisión Europea, los datos de la última Encuesta del INE siguen manifestando mucha distancia entre el uso que los ciudadanos realizan en su ámbito privado, y el que necesitan con las AA PP, donde encuentran mayores dificultades, por lo que se recogen un conjunto de medidas orientadas a tal fin.
Entre los objetivos que recoge esta agenda para el sector público se encuentra: “Personalizar los servicios públicos digitales. Hacia un modelo Ciudadano 360”. Y para ello es preciso que los servicios digitales de las administraciones públicas sean fáciles de usar, y, sobre todo, superar las dificultades de un complejo mapa territorial, sin una estrategia común y con diferentes exigencias en función de la administración de que se trate. La propia agenda lo reconoce en el fondo, al fijarse también como objetivo simplificar la relación de la ciudadanía con las Administraciones Públicas, un modelo de Administración centrada en el ciudadano.
Las AA PP llevan en el proceso de transformación digital, al menos, desde el año 2007, cuando se aprobaba la primera norma que sentaba las bases de la regulación que existe en la actualidad. Pero la realidad se ha revelado clara demostrando que las normas y los grandes (o pequeños) proyectos, planes o estrategias digitales no alcanzarán su objetivo si no se acompañan de medios y recursos para su correcta implantación, no sólo tecnológicos, y que es necesaria una transformación del modelo de administración pública, del modelo organizativo y cultural.
NOTA: Esta entrada ha sido publicada como artículo de opinión en la edición del periódico digital Mundiario «El Ciudadano 360º en la España Digital 2025».