Nadie puede discutir que la LCSP realiza una clara apuesta por la contratación pública, no sólo como principio sino como línea de acción, claramente alineada con las técnicas de Compliance (Medidas de Compliance en la LCSP) . Sin embargo, una vez examinada la Ley y en particular el artículo 64 que contempla «Lucha contra la corrupción y prevención de los conflictos de intereses», la pregunta es ¿Cómo pasar de la teoría a la práctica? ¿Del thinking al doing?.
La respuesta pasa, por ejemplo, por contar con un Plan de Integridad en la contratación que se concrete a través de este marco estratégico y que cuente con objetivos estratégicos definidos y líneas de actuación permitirá una mejora no sólo en el plano de la ética como estándar de integridad sino también de la buena administración, consiguiendo una mayor competitividad en la concurrencia a las licitaciones del Ayuntamiento, por lo que tendrá un impacto directo en la relación calidad-precio de las contrataciones. Como el del Ayuntamiento de Vigo, el «PICVigo» .
Su configuración se estructura siguiendo la metodología internacional de los Marcos de Integridad Institucional (Integrity Frameworks) de la OCDE y las líneas del Compliance en el Sector Público (Public Compliance) como sistema de gestión de riesgos de carácter preventivo, en la línea de las políticas públicas de vanguardia, siguiendo con la destacada acción de gobierno en materia de transparencia y buen gobierno.
El marco estratégico constituye el punto de partida para pasar del Plan al Do (siguiendo el modelo PDCA), configurándose como la base desde la que, sobre las cuatro líneas estratégicas descritas, se procede al desarrollo operativo y a la implantación de las medidas de integridad contempladas en la LCSP, todo ello conforme a la estructura señalada
Aprobado el Marco estratégico y para garantizar la ejecución de las líneas estratégicas que contempla se aprobaba el Desarrollo operativo del Plan, que se articula en una serie de objetivos elaborados con las características SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y temporales). Partiendo de las líneas estratégicas, se concretan los Objetivos Estratégicos, que descienden al detalle necesario de todo el proyecto que se sitúa en la práctica municipal mediante los Objetivos Operativos, cuya consecución se articula a través de acciones concretas, con asignación de responsabilidades, cronograma, costes y evaluación como puede comprobarse en las respectivas fichas.
La calidad de este proyecto se ha visto recompensada con el otorgamiento del X Premio CNIS al mejor proyecto de adecuación a la LCSP en el que se reconoce la importancia de contar con un plan de integridad. Importancia porque la urgencia de la contratación electrónica, la nueva regulación de los contratos menores, la aparición de diferentes modelos de tramitación, entre otros aspectos del nuevo marco legal, colapsaba a las entidades del sector público, concentrando todos los esfuerzos de gestión en la contratación pública, y dejaba en un segundo plano las obligaciones legales de garantizar el respeto y cumplimiento del principio de integridad en la contratación pública.
Con este premio se reconoce al Plan de Integridad en la Contratación Pública del Ayuntamiento de Vigo como un proyecto innovador para adecuar la gestión municipal de la contratación a la LCSP, conectando dicha gestión con técnicas de Compliance y los marcos de integridad institucional de la OCDE. Para ello, se ha servido de la metodología de trabajo colaborativo, pilotado por el Comité Técnico del Plan con la colaboración del conjunto de las áreas y servicios municipales, y bajo la dirección y el impulso político de la Alcaldía y la Concejalía Dda. de Contratación.
Se trata de un Plan que desciende de la teoría a la práctica, con la concreción de las fichas de objetivos operativos y se presenta como una práctica única en el conjunto del panorama de la contratación pública, en el que abundan las buenas prácticas aisladas, pero no un proyecto global con las diferentes dimensiones de la integridad en la contratación desarrolladas en sus correspondientes acciones.
Como prueba de que se ha pasado ya del thinking al doing, y pese al poco tiempo transcurrido desde su aprobación, el PICVigo presenta ya sus primeros resultados, claramente destacados en relación con la planificación de la contratación, o alguno de los ejes fundamentales como los conflictos de intereses y las nuevas tecnologías. Su difusión, conocimiento y transferencia a través del Portal de Transparencia ofrece la oportunidad de que otras entidades del sector público puedan adecuar su gestión a las nuevas exigencias legales en materia de integridad, no sólo para dar cumplimiento a la LCSP, sino también a las Directivas Comunitarias y a las Recomendaciones de la OCDE sobre integridad pública. Todo ello, sin perjuicio de su contribución a la consecución de los ODS en general, y de un modo destacado, a alcanzar el ODS 16, instituciones sólidas, eficaces y transparentes que rindan cuentas.
En definitiva, cumplir el mandato del artículo 64 LCSP por parte del conjunto del sector público, y de los órganos de contratación exige una acción positiva por su parte. La aprobación y, sobre todo, la ejecución, de un Plan de Integridad multidimensional es una buena opción, siempre partiendo de la premisa de que se encuentre adaptado a la respectiva organización y que ésta pase de la teoría a la práctica. Del thinking al doing.