Acaba de publicarse el Informe de Contexto Retos España 2025 por LLYC IDEAS, coordinado por Jordi Sevilla, y con la participación de reconocidos expertos (cuya lectura íntegra recomiendo) en el que he tenido la oportunidad de participar reflexionando sobre la necesaria reforma de la Administración y cuyas principales ideas resumo a continuación:
La burocracia excesiva ha sido y sigue siendo un lastre en las relaciones de la ciudadanía y el sector empresarial con las diferentes administraciones públicas (sin distinguir, la local, estatal o autonómica). Desde Kafka hasta Larra, pasando por Asterix y Obelix, la literatura y el sentimiento general presenta a la administración como un muro infranqueable. De ahí que se hayan abordado múltiples reformas, muchas, y desde hace mucho tiempo, sin embargo, el problema persiste. Es decir, reformas fallidas.
Por eso, si las trabas administrativas ahogan la innovación y complican la vida de la ciudadanía, habrá que plantearse ¿Cómo abordar el problema?
La solución pasa por tres pilares esenciales (en teoría sencillos, pero a la vista de los resultados precedentes, no tanto):
1. Simplificación (de verdad) :
Con más de 400,000 normativas complejas, que se superponen, e incluso en ocasiones se contradicen , a las que añadir requisitos obsoletos que ni siquiera están en las normas, y considerables retrasos en la tramitación. El leit motiv debería ser facilitar en lugar de complicar, eliminación de cargas administrativas, en resumen: menos barreras y más oportunidades.
Entre los últimos intentos, el que venía con los Fondos Next Generation (como decíamos aquí). Once again, el intento no ha tenido éxito. Una pregunta a gestores, tramitados y beneficiarios de los FNGEU ofrecerá una respuesta unánime sobre la complejidad de la gestión.
2. Tecnología con propósito:
La llegada de la tecnología supone (o debería suponer) un gran avance en la mejora (interna y externa) de la gestión pública. Pero hemos pasado de la burocracia tradicional a la burocracia digital. En lugar de construir puentes nos vemos envueltos en laberintos on line.
Las oportunidades son múltiples, plataformas únicas, el uso de la Inteligencia Artificial para anticipar demandas y digitalización accesible. Ofrecer una administración que permita a los emprendedores concentrase en innovar y generar empleo, en lugar de agotarse en la infinita carrera de obstáculos que, con demasiada frecuencia, supone relacionarse con la administración.
3. Atención inclusiva:
La administración debe complementar los servicios en línea con alternativas presenciales y asistencia personalizada. Más allá de la cita previa, la brecha digital es real y múltiple, el tiempo transcurrido en el inacabado proceso de transformación digital demuestra que necesitamos implementar soluciones como la «ventanilla única», centralizar procesos y evitar al ciudadano el peregrinaje entre departamento.
Desde obtener un certificado sencillo a los trámites más complejos, la administración debe asegurar que está abierta a toda la ciudadanía, y debe dar respuesta personalizada a las diferentes demandas de la sociedad y de las personas que se relacionan con ella. La capacitación digital en tiempos de la Inteligencia artificial, en la que nos relacionaremos (si no lo hacemos ya) con bots, es más necesaria que nunca.
En definitiva,
Años y años de leyes, comisiones de reforma (incluida la famosa CORA), libros blancos y discursos rimbombantes. Es momento de actuar: planificar, ejecutar y evaluar. Una administración del S. XXI no puede seguir con el «vuelva usted mañana» de Mariano de Larra. La administración pública debe dejar de ser un maratón burocrático para convertirse en un facilitador del progreso, hacerlo bien y hacerlo fácil (sobre esta filosofía Hacerlo fácil: la verdadera revolución de la Administración).
NOTA: Puedes acceder al Informe completo en el siguiente enlace.